"Que tiempo feliz, el de la niñez..." dice una antigua canción folclorica latinoamericana cuyo estribillo -que todos conocemos, aqui, en Almeria- es "chiquilllada, chiquillada". La canción, por supuesto, tien razón, el tiempo feliz, el tiempo realmente feliz es el tiempo de la niñez pero hay diferencia entre los niños de ayer y los niños de hoy o, para decirlo mas claramente, entre nosotros de niños y nuestros hijos, hoy niños.
¿Que queremos decir con esto? Que las personas que hoy tenemos, al menos, mas de treinta años, sabemos que vivimos otra vida, una vida mas tranquila, mas natural, diferente, completamente diferente, a lo que viven los niños de hoy.
Porque nosotros no teniamos computadoras y nuestro campo de juego era la calle, la calle donde estabamos corriendo cada tarde en compañia de amigos, vecinos, compañeros de escuelos y, por supuesto, familiares. Calles en las cuales corriamos hasta perder el aliento para comer, de postre, una rica naranja valenciana.
Hoy, pleno 2011, nuestros hijos, a diferencia de nosotros, no conocen las simples alegrias de comprar naranjas valencianas. Estos niños no saben lo que es un el sabor de una verdadera naranja porque no las han probado. Por supuesto, existen mercados, mercados que tienen naranjas, naranjas que parecen brillantes y ricas pero, al probarlas, lo que descubre el consumidor es que saben... a nada.
La razon esta en la gran cantidad de productos quimicos que le ponen las empresas para hacerlas mas vistosas pero no mejores.
Por esa razon, los jovenes agricultores de naranjas de Valencia decidieron comercializar sus propios productos naranjas tan grandes y dulces que son el sueño prohibido de todo niño; naranjas de Valencia similares a las narradas por Bradbury solo que aquellas existian en el papel y estas en la realidad, disfrutable y mordible realidad.
Si usted vive en Almeria y quiere comprar naranjas valencianas verdaderas, grandes y jugosas solo ingrese al sitio web de estos jovenes agricultores ya mismo: http://www.naranjasdelmijares.com

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