En el mundo real las cosas no siempre son como deberían ser. Esto es algo que mucha gente sabe. Esperar lo inesperado parece ser la única consigna posible, fácil y practica a implementar en un mundo en cambio constante.
Y, sin embargo, hay algo que no cambia: generación tras generación aparece, siempre, la cabeza sonriente del pícaro, ese personaje que sabe como hacer para no trabajar pero lograr cobrar integro su sueldo como si lo hiciera.
Esto, por supuesto, es la gran prueba de que el mundo es injusto y el pícaro lo sabe pero no le importa porque él saca una ventaja considerable de este hecho, él conoce los mecanismos de toda oficina y los manipula en su beneficio.
Por ejemplo, sabe como hacer para llegar tarde y que sean sus compañeros, esos mismos compañeros que él perjudica, quienes lo cubran; no hace su tarea y encuentra a alguien que la haga por él;, la lista seria demasiado larga para hacerla completa pero la idea a debería estar clara.
Los gerentes saben de la existencia de este personaje, saben que cada oficina tiene uno y, aunque no puedan detectarlo saben que ese hombre o mujer esta quitándoles un sueldo por el que no hace nada.
El tema es como detectarlo rápidamente, como acabar con su influencia malévola que baja el nivel de todo el lugar porque si los demás ven que a alguien que cobra sin trabajar muy felices no pueden hallarse. la respuesta es simple: gracias a los sistemas de control de Systempin ningún empleado volverá estafar a su compañia con los horarios de trabajo porque Systempin cuenta con terminales de proximidad, reconocimiento facial y huella dactilar.
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