Sorprenderse por los nuevos tiempos es algo que parece más propio de los eternos intelectuales de izquierda que de los hombres comunes, preocupados estos por sobrevivir un día más a las tendencias impuestas por el liberalismo económico.
Tal vez el americano John Steinbeck, autor de Las uvas de la ira y Al este del Eden, haya sido el primero en darse cuenta que la liberación del mercado implicaba la esclavitud paralela de los pequeños y medianos comerciantes y ganaderos que no podían competir con los grandes pools aliados con los bancos para comprar grandes campos por centavos.
Al no haber un control desde el estado todo se decidía entre los competidores; sin embargo, el problema, como siempre, es que al no existir ninguna clase de lineamiento el fuerte se impone al débil, la gran compañia al pequeño emprendedor, la multinacional al comercio local.
De esta manera, una vez que quedo definido "el fin de la historia" y se producía la liberación de los mercados de las reglas que antes los regulaban miles sino millones de personas se quedaron, en todo el mundo, sin trabajo ni futuro (para ellos ni para sus hijos)
Afortunadamente, como dice el dicho, Dios no cierra una puerta sin abrir una ventana y, al menos en León, esa ventana fue Valles del Esla quien implemento una respuesta para recuperar la tradicional actividad ganadera de la zona aplicando sistemas de explotación y comercialización que permitieran obtener cecina de León de mas alta calidad, garantizado.
La idea de Valles del Esla es reunir la tradición y la innovación en un proyecto empresarial único que permita obtener un producto tradicional con la mejor calidad, ofreciendo empleo a los habitantes de la comarca.
Para saber más al respecto visite la web de Valles del Esla
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