Una de las peliculas mas exitosas de toda la historia del cine fue la historia de Bambi: ¿quien no pudo enamorarse al ver que el pobre animalito perdía a su madre en un horroroso incendio, escena que, no por casualidad, no fue cortada ni censurada por los grandes estudios?
El hecho de que Walt Disney produjera durante tantos años películas protagonizadas por animales no es casual: según lo que entonces no se llamaba un estudio de mercado aunque era, básicamente, eso, el publico mas comprador eran los niños y los niños amaban a los animales de ahí la rápida sucesión de Bambis, Dumbos y Dálmatas (ciento y un, según los cálculos).
De hecho, no hace falta hablar de películas, solo en televisión durante largos años -e incluso décadas- series muy exitosas fueron protagonizadas por perros como Lassie o el siempre intrépido y temerario Rin-tin-tin.
El hecho que nadie menciona, tal vez porque es políticamente incorrecto hacerlo, es que resulta muy difícil manejar animales en un set (a menos que se opte por la opción Disney y trabajar con dibujos animados) y los inconvenientes, normalmente, son soportados por técnicos y actores que, agotados por el desempeño del actor-animal, suelen renunciar de manera cíclica.
Para evitar estos problemas, para conseguir animales de cine que realmente sepan cual es su lugar y desempeñen su trabajo de manera eficiente, existe una compañia llamada Fauna y acción. Fauna y acción está compuesta por un equipo de halconeros, biólogos, veterinarios y naturalistas de campo que se dedican a criar y entrenar animales.
Los especialistas de Fauna y acción, que conocen las posibilidades de cada animal, asesoran constante y personalmente a cada cliente, para que el producto final sea el esperado.
Si quiere saber más al respecto solo ingrese al sitio web de Fauna y acción: www.animalesparacine.com
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